Carolina se encontraba sentada mirando hacia la calle, se hacía una pregunta ¿Por qué nos gusta tanto el olor a tierra mojada?

Era la sensación de libertad, la misma que sentía cada vez que un problema se solucionaba, era la sensación de saber que tras una tormenta siempre llegará la calma y que los truenos y los rayos nunca serán permanentes.
Cuando llovía siempre le apetecía salir a dar un paseo y sacar a su pequeño Boomer, siempre le hacía por esa sensación.
Ese olor no solo la embargaba totalmente sino que la transportaba al pasado, recordaba cuando hacía muchos años su padre la llevaba al campo porque debía regar el césped y ella de mientras se sentaba en el borde de la piscina y cuando acababa su padre ella cogía la manguera y mojaba la tierra para poder olerla...Qué recuerdos, a menudo añoraba esa relación,era perfecta.
Pero todo se acabó, un día se pelearon y desde entonces no se han vuelto a hablar.Ahora habiendo reflexionado con el paso de los años y cuando ya es madre se da fue una tontería,un día cuando llegó a su casa encontró a su padre en su habitación rebuscando entre sus cosas y con su diario abierto encima de la cama, desde aquel día ya no le ha vuelto a hablar. No fue ni a su boda ni a conocer a su propia nieta.
Hoy con el paso de los años se da cuenta que debería llamarlo y se decide hacerlo.
Tras el tercer ring suena la voz de su padre al teléfono:
- ¿Diga?¿ Quién es?
- Hola papá, soy yo Carolina,ha pasado tanto tiempo... ¿cómo estás?
- ¡Carolina, hija!qué alegría, no esperaba que me llamases. He intentado hacerlo muchas veces, pero estabas tan enfadada que no sabía si querías verme, por eso no fui a ver a tu hija, ni a tu boda,lo he pasado muy mal.Lo siento.
- Lo sé papá, yo también,quiero pedirte perdón por todo lo que ha pasado, ahora que soy madre me doy cuenta de que ha sido todo una tontería. Quería saber si te apetecería venir a casa y que hablemos y así conoces a la pequeña Lucía.
- Claro hija, por supuesto, ¿Nos vemos en tu casa a las 21:00?
- Vale hasta entonces, Te cuelgo papá que la niña llora.
A las 20:45 Carolina estaba muy nerviosa, lo había preparado todo para que saliera perfecto, quería una reconciliación con su padre y ahora tenía esa oportunidad. Durante la cena todo transcurrió bastante bien y la tensión que había al principio cuando se padre llegó ahora, al cabo de una hora, había desaparecido.
Su padre estaba encantado con la idea de volver a retomar la relación con su hija y viceversa y sobre todo, estaba enamorado desde el primer momento de su pequeña nieta,la cual no tenía ni un año.
Cuando la cena estaba acabando Juan, el padre, le dijo a su hija que tenía algo que decirle y que no iba a ser malo, ya que vio que Carolina se estaba poniendo muy nerviosa.
Le dijo que el día que lo vio en su habitación no estaba registrando con la intención de saber de su vida, al contrario, el cumpleaños de su pequeña se acercaba y él quería darle una sorpresa, la mejor que hubiese tenido en la vida, y por eso lo encontró revolviendo entre sus cosas para ver si había algún indicio de lo que ella esperaba por su cumpleaños.
Al oír esto Carolina se quedó boquiabierta, era cierto que cada vez que su padre intentaba hablarle ella lo había ignorado y ahora, se da cuenta de que ha desperdiciado muchos años de su vida sin hablar a la persona que solo quería su felicidad.
Tras oír esto,no tuvo otra reacción que ponerse a llorar, besar a su padre y decirle que lo sentía.
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