Aun recuerdo cuando me enteré de
que ya estaba en el mundo, esperaba y esperaba a que llegase a casa, contaba
las filas de
personas con nombres de muñecos de Disney.
Lo esperaba, tenía unas ganas
enormes de verle esa carita que sabía que iba a estar conmigo el resto de mi
vida, que me acompañaría en mis mejores y mis peores momentos, con el que
compartiría todos los juguetes, con el que me enfadaría, con el que reiría,
pelearía y nos volveríamos a reír.
Tengo veinte mil recuerdos a su
lado, veinte mil momentos que no cambiaría por nada.
Los mejores momentos los tengo a su
lado, verlo crecer ha sido una de las mayores fortunas de toda mi vida, verlo
reír, verlo en esas vacaciones diciendo que no sabe hablar almeriense, todo,
todo él es para mí especial.
Sé que pase lo que pase, será una
de las personas que estarán en mi vida pase lo que pase, que me apoyará y que nunca
me fallará.
No puedo describir lo que siento
por él, es especial, es simplemente un amor incondicional, hacia la persona más
importante de mi vida.
Los que no tengan hermano no pueden saber lo que es pasarse las noches
hablando con él, desear quedarnos a solas y ponernos a contarnos de todo y
convertirnos en los mejores amigos, sufrir lo suyo como si fuese mío y
alegrarme de cada una de sus victorias.
Es algo especial, saber que tienes
una persona en tu vida que será parte de ti cada momento de tu vida, que seremos
como uña y carne por el resto de nuestras vidas.
Te quiero hermano.
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