Cerrar los ojos e imaginar que el mundo es otro.
Que las desigualdades no son tantas,
que las injusticias son solo pesadillas que nos acechan de noche.
Cerrar los ojos y querer ver un mundo distinto,
donde todos somos iguales y donde nadie sufre la miseria.
donde los desahucios son monstruos que asustan a un niño dormido,
cual monstruo en un armario
donde todos somos iguales y donde nadie sufre la miseria.
donde los desahucios son monstruos que asustan a un niño dormido,
cual monstruo en un armario
Pensar que la muerte vendrá de manera natural
sin sufrimiento ni dolor.
Que los niños no saben lo que es el hambre
y que las madres no saben lo que es el dolor, por no tener un trozo de pan
sin sufrimiento ni dolor.
Que los niños no saben lo que es el hambre
y que las madres no saben lo que es el dolor, por no tener un trozo de pan
Que los abuelos pueden disfrutar de su vejez
y no volver a ver lo que ya pasaron una vez,
hambre, miseria y dolor.
y no volver a ver lo que ya pasaron una vez,
hambre, miseria y dolor.
Cerrar los ojos y creer que el mundo puede ser mejor.
En cambio, cuando los abrimos, solo nos queda esperar el cambio que debe llegar
y que nunca debemos desesperar.
Que ese niño reirá sin parar,
que esa madre tendrá un plato para almorzar,
que los abuelos puedan disfrutar y viajar,
y los jóvenes podremos estudiar.
En cambio, cuando los abrimos, solo nos queda esperar el cambio que debe llegar
y que nunca debemos desesperar.
Que ese niño reirá sin parar,
que esa madre tendrá un plato para almorzar,
que los abuelos puedan disfrutar y viajar,
y los jóvenes podremos estudiar.